Después de trabajar muchos años en sectores que nada tienen que ver con la belleza, en uno de los mejores momentos de su vida descubrió su gran pasión, la estética y el bienestar personal.

Su primer paso fue el mundo del maquillaje profesional, donde pudo desarrollar toda su creatividad, dando pie a formarse como esteticista.

Tras finalizar sus estudios quiso seguir ampliando sus conocimientos siendo una de las primeras maderoterapeutas de Sevilla. Se formó en Málaga y Barcelona. Creó una técnica personalizada para tratar de forma individual cada caso y mejorar la salud y la estética.

Por su afán de superación personal se fue a Madrid a formarse en uno de los mejores salones de uñas de la capital, donde se especializo en técnica de manicura rusa. A día de hoy es uno de sus servicios más demandados.

Sin embargo, lo que realmente le apasiona del mundo de la estética es el cuidado facial, por ello es especialista en pieles, sabiendo desde el primer diagnóstico cómo desarrollar su trabajo junto al cliente para llegar a conseguir la meta deseada.

Mujer trabajadora, entusiasta, perfeccionista y muy profesional.